MÁS EVIDENCIAS SOBRE EL SEGUNDO VIAJE DE LEONARDO A CATALUÑA (AÑO 1504)
Hace unas semanas, un buen amigo me hizo saber que había aparecido un artículo en el diario EL
PAÍS en el que se decía literalmente:
“Junto al de Salses, castillo erigido por impulso de Fernando el Católico en el Rosellón francés 1, la
Mota fue la fortaleza bajomedieval que inspiró la ciencia de la fortificación magistralmente desarrollada en
el Renacimiento por Leonardo Da Vinci, al que César Borgia, condottiero hijo del papa español
(valenciano) Alejandro VI, le encomendó la fortificación del puerto de Piombino, cuyos trazos los
manuscritos (Códices de Madrid) incorporan.
(…) En los Códices leonardescos ‘las analogías de escala en textos y dibujos con el castillo de la
Mota y Salses son evidentes’, según el arquitecto Fernando Cobos-Guerra, restaurador del castillo español.
‘Todo evoca las fortalezas construidas por los ingenieros españoles, artífices de la ciencia de la
fortificación’.” (Rafael Fraguas, 22 de mayo del 2009).
En mi libro LEONARDO LOS AÑOS PERDIDOS hice referencia a la posibilidad de que
Leonardo hubiera visitado las tierras catalanas en dos ocasiones, como hice constar en una nota a pie de
página:
“¿O es que acaso regresaste a este lugar, veinte años después de tu primer viaje a Barcelona, para
tomar apuntes de este ‘paisaje vivido’? En definitiva, cabe la posibilidad de que visitaras Cataluña en dos
ocasiones: tras la primera (1481-1483) pintaste La Virgen de las Rocas y el San Jerónimo; después de tu
segundo viaje (¿a comienzos del siglo XVI?) habrías pintado La Gioconda y retocado la Anunciación (de
ahí el detalle de la araucaria” (página 365).
En mis artículos LEONARDO, LOS AÑOS PERDIDOS, y LEONARDO, MONTSERRAT, Y EL
ENIGMA DE LA GIOCONDA, publicados por PortalHispano, resumo lo esencial de esta tesis, por lo
que no me extendré más sobre el particular. Sí en cambio cabe profundizar en el conocimiento que
Leonardo pudo tener acerca de la fortificación de Salses, que desde mi punto de vista –como se verá-, se
acerca mucho más que el castillo de La Mota a los trazos que Leonardo plasma en sus dibujos. Por poner
un ejemplo, en el Codex Atlanticus (fol. 117/41v-b) podemos encontrar el siguiente dibujo:
A la izquierda, Codex Atlanticus (1504-1508). A la derecha, la fortaleza de Salses (1497-1503).
En mi libro LEONARDO LOS AÑOS PERDIDOS hago notar que ciertos detalles de la
Anunciación hace pensar en un repintado. Es bien cierto que el cuadro fue pintado originalmente (así está
1 El Norte de Cataluña, cedido a Francia en el año 1658 por uno de esos oscuros acuerdos diplomáticos que no
entienden de pueblos ni de fronteras.
datado) entre los años 1972 y 1975. Pero posteriormente fueron efectuados pentimenti
(“arrepentimientos”) sobre la primera versión. Diversos autores hacen referencia a estos “retoques”:
“El examen radiográfico (del cuadro) ha revelado una concepción inicial diversa: el ángel tenía la
cabeza más inclinada y su mirada se dirigía al suelo”. (Angela Ottino Della Chiesa, 1967. Editado en
España por Noguer-Rizzoli editores, en 1969).
“The strech of wall leading away from the right-hand foreground behind Mary was not part of the
original conception. X-rays have also revealed that the head of the Virgin has undergone significant
alterations: the first version of the area around her hair was removed and then completely repainted
(Brachert, 1974). The panel also exhibits numerous pentimenti (Sanpaolesi, 1954; L’Annunciatione, 2000):
the angel’s head was originally lower, and the Virgin’s right hand shorter, its little finger neither raised nor
bent. In the first version, too, her dress was adorned with a chain and decorative pendant…” (Frank
Zöllner, Taschen).
Por otro lado, en LA ANUNCIACIÓN aparece un paisaje que yo identifico con la ciudad de
Barcelona, el monte Tibidabo, la montaña de Montserrat, y el Pico del Canigó. Todo ello lo explico en el
libro LEONARDO, LOS AÑOS PERDIDOS.
Arriba, detalle de LA ANUNCIACIÓN. Abajo, ejemplo de torres octogonales (típicas de
Barcelona), y una pintura antigua donde aparece el antiguo muelle de Barcelona, con el faro,
situado originalmente en una isla (la Illa de Maians).
Ya hice notar que el puerto de Barcelona se empezó a construir en el año 1477, cuatro años antes
de la primera visita de Leonardo a esta ciudad, lo que vendría indicado por el muelle a medio construir
(que aparenta tener unos arcos) de LA ANUNCIACIÓN. Pero en este cuadro hay asimismo una
referencia a su segundo viaje: la presencia de una araucaria, que parte del ala del ángel:
A la izquierda, aracucaria de LA ANUNCIACIÓN. En el centro, dibujo de araucaria joven
(extraído de la popular enciclopedia Sopena). A la derecha, mapa de Alberto Cantino de 1502.
La araucaria (en este caso, del Brasil: Araucaria Braziliensis) se caracteriza, cuando es joven, por
una forma ligeramente piramidal, y por sus ramas verticiladas (es decir, distribuidas por pisos
horizontales a lo largo del tronco). Es curioso que las alas del ángel de LA ANUNCIACIÓN tengan una
forma tan similar al perfil de las costas del Brasil y la Guayana, según el mapa de Alberto Cantino de
1502 2. Significativamente Cantino dibuja, cerca de las costas del Brasil, una serie de árboles que a
grandes rasgos aparentan ser araucarias (las ramas no son horizontales, pero la hojarasca sí que está
distribuida en pisos horizontales). Leonardo se interesó por la novedad que supuso el descubrimiento del
Nuevo Mundo, tal vez como consecuencia de su amistad con el navegante italiano Amerigo Vespucci,
que entre 1501 y 1502 exploró la costa atlántica de Sudamérica 3. Éste, como hago notar en el documental
LEONARDO, MONTSERRAT Y EL SECRETO DE LA GIOCONDA, pertenecería a un linaje de origen
catalán (el de los Despuig) 4. Leonardo, ciertamente, no hizo alusión al “Descubrimiento” en sus códices,
pero sí en sus cuadros, y en este mapa:
2 Estas alas ya existían en la primera versión, por lo que es más probable que Leonardo aprovechara la similitud
con el perfil de América para dibujar encima el icono del nuevo continente: la araucaria.
3 Vasari afirma en la segunda edición de sus “Vidas” (“Leonardo da Vinci, pintor y escultor florentino”, Giunti,
1568) que poseía un retrato a carboncillo de Americo Vespucci, efectuado por Leonardo, en el que aparece como
“un anciano muy apuesto”: “De esta suerte realizó numerosas cabezas de mujer y de hombre, muchos de cuyos
dibujos, hechos a pluma de su mano, se hallan en mi poder, en nuestro libro de dibujos, tantas veces citado, como
aquella de Americo Vespucio, una bellísima cabeza de anciano, dibujada a cartón”. Ante la imposibilidad, según la
doctrina establecida, de que Leonardo pudiera conocer a Americo Vespucci ya anciano (como veremos más
adelante, desde comienzos del siglo XVI estuvo de viaje en ultramar, o residió en la Península Ibérica), Charles
Nicholl señala que este Americo Vespucci podría tratarse del abuelo del primero (Leonardo, el vuelo de la mente,
página 600). Sin embargo, Jean Paul Richter, compilador de la escritura de Leonardo (The Noteworks of Leonardo
Da Vinci), incluye el siguiente párrafo: “Il Vespuccio mi vol dare un libro di geometria” (Br. M. 132 b). Y afirma
explícitamente: “Amerigo Vespucci, with whom Leonardo was personally acquainted” (Americo Vespucci, a quien
Leonardo conocía…) Es decir, el retrato de leonardo de un Vespucci ya anciano parece indicar un contacto
personal en una etapa en la que el navegante florentino residía en España; lo que supone que Leonardo habría
visitado este país en torno a los años 1504-1505 (única fecha en la que ambos podrían haber coincidido, como ya se
verá). Por otro lado, el mapa de Cantino de 1502 está basado en los últimos descubrimientos de Vespucci.
4 En su testamento (Consuelo Varela: Colón y los florentinos) Americo Vespucci dice: “Por ende, sepan cuantos
esta carta de testamento vieren, como yo miçer Americo D’Espuchi, florentín, piloto mayor de España…”
Mapa de América según Leonardo Da Vinci, supuestamente dibujado en 1515, aunque yo lo
presumo contemporáneo al de Cantino de 1502 (a pesar de la alusión a la tierra de La Florida).
En definitiva, Leonardo plasma en LA ANUNCIACIÓN detalles que nos hacen pensar en sus dos
viajes a Cataluña: el muelle de Barcelona en construcción, así como sus torres octogonales (hacia 1481),
y la araucaria, que parece surgir del del ala, tan similar al perfil conocido de la América de sus días (a
principios del siglo XVI). Sin embargo, ésta no es la única alusión a sus viajes a Cataluña. La
GIOCONDA la empezó a pintar hacia 1503, poco antes –como veremos- de su segundo viaje. Y en ella,
además de las características del paisaje que resalto en mi libro LEONARDO, LOS AÑOS PERDIDOS y
en el documental LEONARDO, MONTSERRAT Y EL SECRETO DE LA GIOCONDA, Leonardo hace
un guiño a la Spagna que conocería a comienzos del siglo XVI. Tal como afirma Charles Nicholl en
LEONARDO, EL VUELO DE LA MENTE:
“Es bastante más probable que tanto el velo negro como los tonos apagados de su vestimenta
tengan más que ver con la moda de la época: el look ‘a la española’, que ya había lucido Lucrecia Borgia en
su boda con Alfonso d’Este en 1502, era el último grito” (página 407).
¿Por qué pintó Leonardo a La Gioconda, esa mujer de sonrisa sardónica -y que según Marcel
Duchamp tenía “el culo caliente”- con un look a la española? ¿Tal vez, como otros detalles de sus
cuadros, sea un mensaje, un guiño, al espectador despierto e inteligente? ¿Tal vez como recordatorio de
su reciente estancia en España; más en concreto, en Cataluña?
Más adelante veremos que este no es el único vínculo que, en torno al año 1505 (cuando
supuestamente realizó un retrato a Vespucci), lo relaciona con España.
Ya dije en su momento que Leonardo plasma en sus cuadros su propio “paisaje vital”. Él parece
atestiguarlo en el siguiente párrafo, extraído de su Trattato della pittura: “Mirar un paisaje pintado puede
evocar el recuerdo de otros reales, ‘en los cuales uno se complació alguna vez’” (Nicholl, página 66).
Cuando contemplamos la Virgen de las Rocas o su San Jerónimo, reconocemos paisajes propios
de Cataluña (Montserrat, con sus rocas y su vegetación), que Leonardo no pudo haber conocido en Italia a
comienzos de los 1480. Lo más parecido a las rocas de La Virgen de las Rocas, en la Toscana, serían las
Balze del alto valle del Arno. Pero éstas son una caricatura en relación a los imponentes paisajes que
Leonardo retrata en sus cuadros y en sus dibujos (por ejemplo, los de la colección Windsor). En cambio,
el paisaje montserratino encaja perfectamente con esta descripción visual. Y se ha de tener en cuenta que
Montserrat es un caso especial, y casi diríamos único, en todo el planeta. Ningún paisaje conocido,
kárstico o no, se le parece (ya hablemos, en la Península Ibérica, de la Ciudad Encantada de Cuenca, de la
sierra del Torcal, o de las Médulas de León; y en Italia, de las Dolomitas).
Eso no significa que Leonardo dejara de plasmar el paisaje “vital” de la Toscana en su obra: tanto
en el dibujo conocido como “Paisaje cerca de Vinci” (1472) como en la Anunciación (1472-1475)
representa, con gran fidelidad, el monte Monsummano, no muy lejano a su localidad natal de Vinci (se
encuentra debajo del ala del ángel).
Recuadro izquierda, paisaje vital italiano. Recuadro derecha, paisaje vital en Cataluña.
A la izquierda, en el recuadro, detalle del monte Monsummano, cercano a la villa de Vinci.
Como indico en mi libro LEONARDO, LOS AÑOS PERDIDOS, en este cuadro parece aludir a
dos enclaves que forman parte de su propia trayectoria vital: en la izquierda, su Italia natal; en la derecha,
la Cataluña que visitó en dos ocasiones. En medio, el mar que navegó para ir de un lugar a otro.
Debajo del ciprés, enmarcado, supuestamente detalle del puerto de Piombino, en una orilla del
Mediterráneo Occidental, que separa Italia (izquierda) de España (derecha).
Nótese cómo a la izquierda de la imagen aparece un puerto, que desde mi punto de vista podría ser
el de Piombino (¿o acaso el de Porto Pisano?). A la derecha vemos la ciudad de Barcelona, a los pies del
Tibidabo, y en las proximidades de Montserrat. Al fondo, el Canigó, que se alza sobre Vinçà, la antigua
Vinciano, tierra de sus antepasados.
Pero en definitiva, ¿cuándo pudo realizar este segundo a Cataluña, al que me he ido refiriendo a lo
largo de todo este artículo?
Anteriormente he hecho alusión a la enorme similitud entre la fortaleza representada en el Códice
Atlántico y el castillo de Salses. Ello puede tener dos explicaciones: 1) Leonardo estuvo en Salses y “se
inspiró” en esta fortaleza para realizar el dibujo; 2) Leonardo tuvo en sus manos un documento que
representa el castillo de Salses, o un esquema similar de edificación. Yo me inclino por la primera opción,
por las siguientes razones:
a) El castillo de Salses fue edificado, por mandato de Fernando el Católico, rey de España, entre
los años 1497 (poco después de la destrucción del antiguo castillo medieval) y 1504 (la
primera reconstrucción, tras el ataque francés de 1503). El dibujo de Leonardo está datado
hacia 1504 (y la inscripción que lo acompaña hacia 1507).
b) Leonardo representa, en su dibujo, un bastión en forma de cuña, gravemente dañado en
septiembre de 1503, así como las rampas de las murallas, construidas a partir del ataque
francés del mismo año. Así pues, Leonardo debió haber visto el castillo de Salses, de forma
personal y directa, en el período comprendido entre finales de 1503 (cuando todavía existía el
bastión en forma de cuña) y finales de 1504 (cuando se empezaron a construir las rampas) 5.
5 En su dibujo del Codex Atlanticus (41 v-b) Leonardo escribe el siguiente texto: "Nessuno angolo sia fatto in
quelle difese dove l'artigleria po' battere, se non è forte ottuso, perchè quello fie causa di dar principio alla ruina
de' muri. Non si facci le scarpe delle torre sopra delli angoli delle fortezze che sien di figura rotonda, acciò
ch'essendo tali torre sanza piombatoi, il nemico non sia sicuro al tagliamento che si pò fare infra le bombardiere
che battan per fianco li 2 muri che si congiungano a esse torre. Che li provisionati possino esser battuti di dì e di
notte dal castellano e ogni sua requisizione; e a questo fine essi debono dormire in abitazioni di sottile asse, sotto
portici che abbino rettitudine e le bombardiere nelle fronti di tal portici. E questo è fatto per li soccorsi falsi, come
fu chi tradi Simon Arrigoni. Non sia fatto alcun buso nelle bassezze di fori delle fortezze. Non sia congiunto alcun
muro dalle ghirlande delle fortezze a esse fortezze. Sia fatto tanto di massiccio nelle scarpe delli primi procinti de'
muri, quanto è la comodità del nemico del fare le cave sotterrane. Sia messo li alberi nelli sproni de' muri, acciò
che tali sproni non si separino da le pariete d'essi muri. Nè sia dato il comodo, nel dentro de' muri delle fortezze,
per li quali si facci il discenso de' nemici, di tali mura insignoriti. Tutte le obbliquità delli ismussi delle argine di
fori, e similamente de' rivellini (rivellino, o revellino, un'opera di fortificazione distaccata oltre la scarpa interna,
la quale si pone innanzi alla cortina), sieno riguardatori delle bormardiere delle los fortezze. Quanto il rivellino
fia più distante alla sua fortezza, tanto più sarà percosso dai moti traversali, e così de converso sarà men percosso,
dove fia più propinquo a essa fortezza".
Manuel Capdevila, del Institut Nova Història, hace la siguiente traducción: “Ningún ángulo sea hecho en esas
defensas donde la artilleria pueda batir, si no es muy obtuso, porque ello sería causa del principio de la ruina de los
muros. No se hagan zapatas de la torre por encima de las esquinas de las fortalezas que sean de forma redonda, de
manera que siendo tales torres sin "piombatoi", el enemigo no esté seguro del corte que se puede hacer bajo los
"bombarderos" batiendo por el flanco los dos muros que se conectan a esa torre. Que los que luchan estén "batutti"
(a disposición) de día y de noche del castellano y todos sus peticiones, y para este fin deben dormir en habitaciones
de perfil sutil, bajo pórticos que sean rectos, y los "bombarderos" en el frente de tal galería. Esto se hace para los
falsos socorros, como fue el que traicionó a Simon Arrigoni [éste fue capturado a traición por Charles d’Amboise
en febrero del 1507, lo que ayudaría a datar este texto]. No se haga ningún agujero en los bajos de la parte exterior
de las fortalezas. No se una ningún muro por guirnaldas de de la fortaleza a esas fortificaciones. Háganse macizos
en el lugar de la primera pista de los muros, ya que es la "comodidad" del enemigo para hacer cuevas subterráneas.
Deben ponerse "ejes" en los espolones de los muros, de manera que estos espolones no se separen de la pared de
estos muros. No se de "comodidad" en el interior de los muros de las fortalezas, por la cual se facilite el descenso
de los enemigos que hayan "conquistado" esos muros. Toda la oblicuidad de los "ismussi" del terraplén exterior, y
también del revellín [rivellino o revellino, una obra de fortificación destacada en la rampa interna, la cual se pone
c) Si bien el dibujo de Leonardo difiere del castillo de Salses en su plano de conjunto y en otros
detalles, parece ser un “esquema ideal” de lo que debe ser una fortificación “a lo Salses”, la
cual se adelantó a sus días por lo que se refiere al arte de la edificación de fortalezas 6.
Dibujo de Leonardo: comparativa con el castillo de Salses. A) Bastión en forma de cuña, idéntico al
de Salses en 1503. B) Torre circular. C) Patio porticado. De estas arcadas el libro LA FORTALESA
DE SALSES (editado por Éditions du Patrimoine) dice: “Angulo nordeste del patio, rodeado de
arcos típicamente españoles”. D) Rampa, añadida después del 1503.
La fortaleza de Salses aún no estaba acabada, en 1503, cuando en septiembre de este año fue
atacada y sitiada por las tropas francesas. Aguantó bien, pero como consecuencia de las destrucciones se
le añadió un importante detalle: las rampas de las murallas. Los bastiones en cuña fueron eliminados.
Pinturas murales del molino medieval dels Frares, en Valencia, que representan el ataque a Salses
en septiembre de 1503. Destacados, parte de las arcadas, y un bastión en forma de cuña.
antes de la cortina], deben tener en cuenta los "bombarderos" de los baluartes. Cuanto más alejado esté el "revellín"
de su fortaleza, tanto más será golpeado por movimientos transversales y una vez convertido será menos golpeado,
donde esté más cerca de su fortaleza”.
6 Fue diseñada por el castellano Francisco Ramiro López; su función era guardar el corredor mediterráneo que
comunica el Norte de Cataluña con el Reino de Francia.
Representación del sitio de Salses de 1503.
El castillo de Salses, en 1538, tras su reconstrucción. El bastión en cuña desaparece; las rampas ya
están construidas.
¿Cuándo tuvo lugar la visita de Leonardo a Salses, y con qué motivo? Desde mi punto de vista,
existen tres alternativas posibles:
a) Hacia 1502-1503, cuando César Borgia (hijo del Papa Alejandro VI, de origen valenciano) le
facilita el siguiente “pasaporte” (18 de agosto de 1502):
Caesar Borgia de Francia Dei Gratia Dux Romandiole Valentieque, Princeps Hadrie, Dominus
Plumbini etc. Ac Sancte Romane Ecclesie Confalonerius et Capitaneus Generalis. Ad Tutti nostri
Locotenenti, Castellani, Capitanij, Conducteri, Officiali, Soldati et Subditi ; A li quali de questa peruerra
notitia ; Commettemo et Commandamo che al nostro Prestantissimo et Dilectissimo Familiare Architecto
et Ingengero Generale Leonardo Vinci dessa ostensore; el quale de nostra Commissione ha da considerare
li Lochi et Forteze de li Stati nostri ; Ad cio the secundo la loro exigentia et suo iudicio possiamo
prouederli Debiano dare per tutto passo libero da qualunque publico pagamento per se, et li soi
Amichevole recepto et lassarli uedere, mesurare, et bene extimare quanto uorra ; Et ad questo effecto,
Commandare homini ad sua requisitione, et prestarli qualunque adiuto adsistentia, et Fauore recercara,
Volendo che dell opere da farse neli nostri Dominij Qualunque Ingengero sia astrecto conferire con lui, et
con el parere suo conformarse ; Ne de questo presuma alcuno fare lo contrario per quanto li sia charo non
incorrere in la nostra Indignatione.1 Datum Papie die Decimo octavo Augusti, Anno Domini Millesimo
Quingentesimo Secundo Ducatus Vero Nostri Romandiole Secundo.
Cesar Borgia, por la gracia de Dios, de Francia, Duque del Valentinés y de Romagna, Príncipe de
Adria, Señor de Piombino etc. Confaloniero y Capitán General de la Santa Romana Iglesia. Para todos
nuestros Lugartenientes, Castellanos, Capitanes, Condottieri, Oficiales, Soldados y Súbditos; A los que
concierna esta noticia; Encomendamos y Mandamos que a nuestro Prestantísimo y Queridísimo Familiar,
Arquitecto e Ingeniero General Leonardo Vinci, que ésta ostenta (portador de ésta); el cual por encargo
nuestro ha de examinar los Lugares y Fortalezas de nuestros Estados, por lo que según su exigencia y su
juicio podamos proveer, debemos darle paso libre para cualquier pago público para él, y con recepción
amistosa y dejarle ver, medir y estimar bien lo que quiera; y a tal efecto, mandar hombres a su petición, y
proporcionarle toda la ayuda y asistencia, o favor que pidiera, Deseando que de las obras que deban hacerse
en nuestros Dominios, qualquier Ingeniero sea presto a colaborar con él, y colaborar con su opinión; Si de
esto supusiera que alguno hace lo contrario, por cuanto sea claro que incurrirá en nuestra indignación..1
Fecha Papal, dia Decimoctavo de Agosto, Año del Señor Mil quinientos dos. Segundo del Verdadero
Nuestro Ducado de Romagna (traducción facilitada por Manel Capdevila, del Institut Nova Història).
Con esta carta, Cesar Borgia, “gonfaloniero” de las tropas del Papa, da total libertad de
movimiento a Leonardo para que examine e intervenga en las obras de fortificación de los dominios
papales, especialmente en la Romaña y sus proximidades. En primer lugar se dirigió a Piombino, donde
inspeccionó el puerto y el castillo, los cuales podemos contemplar en las siguientes imágenes:
Puerto antiguo de Piombino. Recuérdese el puerto (más arriba) que aparece en LA
ANUNCIACIÓN, en el lado izquierdo (italiano) del mar Mediterráneo.
Castillo de Piombino. Leonardo se propuso fortificarlo “a la manera de Salses”.
b) El 3 de julio de 1503 partió de Génova una carta, remitida por Leonardo, destinada al Sultán
de Constantinopla. En su encabezamiento, escrito con caligrafía turca, se dice: “Copia de una
carta que un infiel de nombre Lionardo envió desde Génova”. En ella se le propone la
construcción de un puente sobre el llamado Cuerno de Oro (otro de sus proyectos fallidos). Lo
más interesante del caso es que fue enviada “desde Génova”. ¿Acaso Leonardo estaba en
camino hacia algún punto del Mediterráneo Occidental? ¿Por qué no Salses? No en vano
Charles Nicholl afirma: “En tiempos se creyó que en torno a 1502-1503 (Leonardo) había
viajado a Constantinopla, pero ese hipotético viaje no cuadra con los testimonios con que
contamos” (página 307). En efecto: el 14 de junio de 1503 Leonardo estaba en Florencia,
donde retira de su cuenta 50 florines de oro; el 21 de junio se halla en las proximidades de
Pisa, trabajando en el desvío del río Arno; y un mes más tarde, entre el 22 y el 23 de julio,
vuelve a visitar los trabajos en el Arno. Así pues, dicho lapso temporal hace imposible un viaje
en barco, ya sea a Occidente (a Cataluña) como a Oriente (a Constantinopla). Puesto que en
los años 1502 y 1503 se le puede seguir la pista casi día a día, a causa de sus muchas
actividades y responsabilidades públicas y privadas.
c) En cambio, en septiembre de 1504 desaparece de Florencia: “Según parece, en septiembre o a
primeros de octubre de 1504 (Leonardo) dejó Florencia” (Charles Nicholl, página 427). Estaba
irritado con la Signoria porque le habían impuesto la ingrata compañía de Miguel Angel en la
decoración de la sala del Gran Consejo del Palazzo Vecchio. Pudo partir incluso antes: el
último cobro por el llamado Fresco de Anghiari tuvo lugar a finales del julio de 1504; el 3 de
agosto de 1504 llega a su taller Jacobo el Alemán; y el 9 de agosto extrae 10 ducados de la
hucha. Poco después, Leonardo ya no estaba allí. Charles Nicholl escribe: “Y mientras se
desarrollaba este monumental fiasco en las llanuras pisanas (el fracaso del desvío del Arno),
un fiasco en el que (Leonardo) tenía su parte de culpa, ¿dónde estaba Leonardo? Fuera de la
ciudad, seguramente” (página 432). No volvemos a saber de él hasta el 20 de octubre de 1504,
en que Leonardo reside en el castillo de Piombino. El 1 de noviembre de 1504 “hace la
demostración” al señor del lugar (Jacopo de Appiano). ¿Qué demostración? ¿Acaso el valor
defensivo de las rampas en la fortificación de los muros del castillo de Piombino? ¿Es por ello
que entre agosto y octubre de 1504 visitó el castillo de Salses, así como otros lugares de las
tierras catalanas?
Tenemos otra evidencia de la presencia de Leonardo en tierras catalanas. Ya en Florencia, en abril
de 1505 efectúa un pago de 5 florines de oro a Ferrando Spagnolo. Éste era, en realidad, Fernando Yáñez
de la Almedina, el cual pintó algunas obras de estética “leonardiana”. Además de en Italia, trabajó en
Valencia, Cuenca y Barcelona 7.
En ese período debió dibujar el retrato de Amerigo Vespucci, que a fines del 1504 estaba en
España (tras su cuarto viaje, realizado entre mayo de 1503 y junio de 1504), al servicio de la Corte, para
preparar una expedición en busca del paso del sudoeste. En abril de 1505 (en las mismas fechas en que
Fernando Yáñez se incorpora al equipo de Leonardo) obtiene la nacionalidad española. Se le encargó la
preparación de una expedición capitaneada por Vicente Yáñez Pinzón (¿acaso familiar de Fernando
Yáñez de la Almedina, el Ferrando Spagnolo al que alude Leonardo?) 8.
Notoria similitud de sus diseños de fortalezas con el castillo de Salses; look a la manera española
de La Gioconda; retrato de Vespucci anciano (según Vasari), que en esos tiempos residía en España;
incorporación de Fernando Yáñez de la Almedina al taller de Leonardo… Demasiados vínculos con
España en tan corto período (entre 1504 y 1505). ¿Consecuencia todo ello del segundo viaje de Leonardo
a Cataluña?
En un mapa del Códice Atlántico (folio 361 v.b) Leonardo despliega, junto a un mapa de Europa,
otro más pequeño, pero más detallado, de la Península Ibérica (con escritura invertida, como es habitual
en él, le pone el nombre de Spagna). Poco más adelante (Códice Atlántico, folio 367 v.c) hace referencia
a una serie de ciudades francesas y flamencas (Perpignana, Roano, Lionne, Anvers, Parigi, Guanto,
Brugia, Olanto). ¿Por qué incluye Perpignan (Perpignana) en esta lista, cuando en esos años pertenecía a
la soberanía española? ¿Acaso porque está a escasos kilómetros del castillo de Salses? ¿Acaso porque la
visitó, o porque tenía intereses allí? Es de notar que enfrente de este listado de ciudades, presenta otro de
banqueros florentinos con negocios en Francia. ¿Tuvo este vínculo con Perpignan, o más en concreto, con
Vinçà (la antigua Vinciano), situada a unos escasos 30 kilómetros al oeste de Perpignan, algo que ver con
su decisión de pasar sus últimos días en territorio francés, protegido por el rey Francisco I? ¿Acaso lo
consideraba éste ciudadano de su reino (por sus vínculos con el Rosellón, que Francia consideraba como
territorio propio)?
7 Leonardo hace dos alusiones a este “Ferrando Spagnolo, dipintore”. La primera, de 30 de abril del 1505, y la
segunda, del 30 de agosto del mismo año. La personalidad de este artista ha sido largamente discutida. Se le suele
confundir con otro Fernando (Fernando de Llanos), que al igual que Fernando Yáñez, del que hablamos, pudo
haber trabajado con Leonardo, si bien en fechas anteriores (se habla de la segunda mitad de la década de los 1490,
en su primer período florentino). Esto es lo que sostiene Carlo Vecce en su biografía sobre Leonardo (página 250):
“Se paga aparte a los pintores colaboradores: Raffaello d’Antonio di Biagio, Ferrando Spagnolo (es decir, Ferrante
de Llanos, que ya fuera alumno de Leonardo en Milán)…” Tanto uno (Fernando de Llanos) como otro (Fernando
Yáñez) pintaron obras de estética “leonardiana” (Fernando de Llanos su Epifanía o la Huida a Egipto; Fernando
Yáñez su Santa Catalina o la Sagrada Familia). Es destacable el hecho de que Fernando Yáñez imita en algunos de
sus cuadros (San Juan Bautista y San Sebastián, así como el San Antonino y San Vicente Ferrer) el gesto tan
leonardiano del “señalamiento hacia el cielo”.
8 He consultado numerosas biografías y estudios de Americo Vespucci (el de Roberto Levillier, publicado por
Editorial Nova; la Biblioteca de Autores Españoles, volumen LXXV, escrito por Martín Fernández de Navarrete; o
la biografía de Stefan Zweig, entre otros) y en ninguno de ellos he encontrado una sola evidencia de que Vespucci
visitara Florencia, o Italia, a partir del 1500 hasta su muerte en 1512. Si nos atenemos a la horquilla temporal que
he mencionado más arriba, a partir del 1503 ciertamente estaba muy ocupado con sus viajes y sus estancias en
España y Portugal. Cuenta Vespucci que tras su fallido cuarto viaje entró en Lisboa el 18 de junio de 1504. El 4 de
septiembre envía una carta datada en esa ciudad, con destino –se afirma- al gonfaloniero de Florencia, Pietro
Soderini. Su título latino: Quatuor Americi Vespucii navigationes. En dicho relato Vespucci relata sus famosos
“cuatro viajes”. Con fecha del 5 de febrero de 1505 el Almirante Cristóbal Colón envía a su hijo la siguiente
misiva: “He hablado con Américo Vespuchy (cámbiese la V por una D y tendremos Despuchi, que es como
firmaba Americo Vespucci en España), quien se dirige a la Corte, donde ha sido llamado para ser consultado sobre
unos cuantos asuntos relacionados con la navegación”. En abril de 1505 Vespucci recibiría la “carta de naturaleza”
(la nacionalidad) “por sus buenos servicios”. En 1508 fue nombrado “piloto mayor” del reino de Castilla.
A la izquierda, mapa de Europa según Leonardo. A la derecha, mapa de España.
El tiempo dirá si estoy equivocado. Sea como sea, la vida de Leonardo sigue siendo una caja de
sorpresas.
Una última cosa: quisiera expresar mi reconocimiento al personal del castillo de Salses, que me
atendió con suma amabilidad. Las opiniones que expreso aquí son personales, y en nada comprometen a
estos servidores públicos del Patrimonio francés. Y también a mis amigos Toni Babia y Manel Capdevila,
sin cuyo apoyo este trabajo tal vez no hubiera visto la luz.
José Luis Espejo (9 de julio del 2009).